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Foto del escritorMario Alegre-Barrios

Catártico el cinismo del “páramo maravilloso” de Elidio La Torre Lagares


Elidio La Torre Lagares -escritor y profesor de la UPR-RP- asevera que su poemario "Wonderful Wasteland and other natural disasters" lo salvó. (Foto: Héctor A. Suárez De Jesús)

NOS CONOCIMOS CUANDO el siglo pasado comenzaba a terminar, a un lustro apenas del inicio del tercer milenio y mientras él se estrenaba como poeta publicado con “Embudo: Poemas de fin de siglo”.

 

Desde entonces han pasado casi 30 años y en este lapso, Elidio La Torre Lagares se ha consolidado como escritor y profesor universitario sin apenas darse cuenta de la velocidad con la que ese tiempo ha transcurrido, sobre todo cuando constata que aún lleva a flor de piel los sentimientos —tanto de luces deslumbrantes como de sombras borrascosas— inherentes a los procesos creativos de las obras que integran su bibliografía.

 

Resultado de la experiencia trágica vivida en Puerto Rico por el paso del huracán María en el año 2017, los fantasmas y demonios que nacieron en esos días oscuros fueron exorcizados de alguna manera por Elidio con “Wonderful Wasteland and other natural disasters” (algo así como  “Páramo maravilloso y otros desastres naturales”), poemario parido en inglés —con inmenso dolor y otro tanto de rabia— que fue seleccionado por las bibliotecas de la Universidad de Tulane para dar inicio al Mes Nacional de la Poesía que se celebra este abril, junto a la obra del poeta de Louisiana Cody Smith y el ganador del Premio Pulitzer, Jericho Brown.

 

Catedrático asociado en el Departamento de Literatura Comparada de la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, Elidio comenta que “Wonderful Wasteland…” —un ensamblaje con resonancias de César Vallejo y T.S. Eliot, sobre todo por el cinismo y la ironía que encierra el título— nació en inglés “buscando nuevos lectores, sobre todo para las cosas que pasaban en Puerto Rico tras el paso del huracán María”.

 

—¿Por qué en inglés, cuando el proceso de escribir, especialmente poesía, es algo tan personal, tan íntimo, tan entrañablemente asociado a la esencia de lo que se es?

 

—Para mí es como asumir una voz literaria, como asumir un personaje, yo mismo pero discernido a través de otra voz —explica—. Si bien el inglés no es mi lengua materna, sí es parte de mi crecimiento, porque mi mamá fue maestra de este idioma, mi papá era militar y en casa se consumía mucho el inglés. Muchas de mis primeras lecturas fueron en inglés. Soy de una generación que no tenía nana; mi baby sitter eran los libros, mientras mis padres trabajaban y yo ya había salido de clases.

 

Elidio añade que al sentarse a escribir este libro “me salió así, en inglés, me imagino que por la manera como me relacionaba con las noticias a través del celular, que daban cuenta del desastre en Puerto Rico luego del huracán, precisamente en inglés”

 

—Había muchas cosas desvirtuadas, falseadas, mucho protagonismo, mucha censura, sobre todo porque mucha de esa tragedia se mediatizaba alrededor mayormente de lo ocurrido en el área metropolitana de Puerto Rico, cuando en el resto de la isla la tragedia era mucho mayor —comenta—. Yo no pude ver a mi padre en Adjuntas sino hasta un mes después del paso de María, porque para llegar a esa zona se necesitaban 3 ó 4 horas y una vez allá, la entrada al pueblo era algo casi imposible… la situación ahí era devastadora.

 

El noviembre de 2017 —dos meses después de María—, su padre murió. Era domingo y apenas el viernes anterior Elidio lo había visto bien, aunque muy desanimado.

 

—Ese día, la última vez que hablé con él y lo vi con vida, me dijo que él jamás pensó que a su edad (80 años) iba a tener que hacer para sobrevivir lo mismo que hacía cuando era un niño: buscar agua donde la hubiera y bañarse con un cubo —dice—. Eso fue viernes. El domingo me llamó mi hermana para decirme que papi había muerto. El dolor de mi papá detona de alguna manera el dolor que plasmo en este libro. Murió solo, murió triste, murió en la oscuridad.


“Wonderful Wasteland and other natural disasters”, poemario parido en inglés —con inmenso dolor y otro tanto de rabia— fue seleccionado por la Universidad de Tulane para dar inicio al Mes Nacional de la Poesía

 

Elidio tiene aún muy presente esa imagen: la de llegar a Adjuntas alrededor de las 10 de la noche totalmente en tinieblas, bajo la lluvia. Su hermana menor —que vivía cerca de su padre— y él pasaron toda la noche con su cadáver, sentados a su lado mientras llovía sin parar y el eco de los truenos seguía al resplandor de los relámpagos.  Uno de los poemas de “Wonderful Wasteland and other natural disasters”, titulado “dead father in the storm”, recoge esta imborrable vivencia.

 

Parte del proceso de escritura del libro transcurrió para Elidio como parte de la comunidad de “refugiados diurnos” en Plaza Las Américas, en el Starbucks, adonde acudía diariamente con su hija Sofía para aprovechar la energía eléctrica y el WiFi.

 

—Sabíamos que el país no sería el mismo después de aquellos días —asevera—. Poco después obtuve una descarga académica en la IUPI, algo que agradezco profundamente a las doctoras Agnes Bosch y Mirerza González decanas de las facultades de Humanidades y Asuntos Académicos respectivamente, para que terminara el libro.  Siempre le he estado muy agradecido a la Universidad de Puerto Rico, especialmente a mi recinto, más aún por la oportunidad de terminar este libro que de alguna manera me salvó.

 

Respecto a la selección del libro —publicado por Universty Press of Kentucky a finales del 2019, apenas unos meses antes del cierre por la pandemia del covid-19, como parte de la serie New Voices in Poetry y finalista del Premio de Poesía Juan Felipe Herrera en 2020— para la actividad de la Universidad de Tulane, Elidio señala que con aquella emergencia de salud “casi todos los planes para su presentación se alteraron drásticamente”.

 

—Se llegó a hacer algo por zoom, que en ese entonces era muy primitivo, y el libro se quedó así, hasta ahora, que surge esta coyuntura gracias a la Universidad de Tulane, lo que me llena de mucha satisfacción y orgullo por lo que representa y que se ha traducido en nuevos lectores y seguidores en mis redes sociales y reseñas, así como en una segunda vida para el libro —señala—. En realidad, nunca pensé hacer una gira con esos poemas porque todavía ahora algunos de ellos siguen siendo muy duros, como me pasó con “Septiembre”, en el 2000, libro de cuentos vinculados a la parte difícil de mi infancia y que no es sino hasta ahora que he podido releer sin tanto dolor.

 

Con una profunda preocupación por la manera como la inteligencia artificial se ha instalado en nuestra realidad cotidiana, Elidio asevera que “somos hijos del algoritmo”.

 

—Lo que el algoritmo ha hecho es aislarnos de todo aquello que no es como uno o que no se identifica con nuestros intereses, contrario a lo que es la cultura, que es la amplitud, la diversidad —señala—. A veces hasta nos da miedo hacer una búsqueda en Google porque, pensamos, nos modifica el algoritmo.

 

Fundador en el 2004 de la ya extinta editorial Terranova con la que publicó “Vicios de construcción” —en el 2008— y “Réquiem Domesticus”  —en el 2011— Elidio está por publicar el poemario “Aguacerando”, finalista del Premio Octavio Paz en el 2022.

 

—El día que estaba terminando de escribirlo, me llamó Sofía, mi hija, desde Nueva York y cuando me preguntó qué yo hacía, le dije que acabando un libro, pero que aún no tenía título— recuerda—. Y tú, que haces, le pregunté, “pues aquí, en Manhattan, esperando a que deje de llover porque está ‘aguacerando’’, me respondió. Y así fue como titulé este poemario, “Aguacerando”. Mientras, estoy escribiendo una novela semiautobiográfica en tres partes… en un proceso que ha sido bastante difícil,  de ida y vuelta constantes.

 

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