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  • Foto del escritorMario Alegre-Barrios

La Sinfónica, de concierto esta noche con Strauss, Tchaikovsky y Copland


LONGEVOS COLEGAS con trayectorias que tienen como común denominador la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, los maestros Rafael Enrique Irizarry y Jesús Morales se reúnen nuevamente esta noche en la continuación de la Temporada de Abonos de nuestra máxima institución musical, con un concierto programado –como es habitual- para las 7 p.m. en la Sala Sinfónica Pablo Casals de Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré.

Con el maestro Irizarry en el podio, el maestro Morales será el solista en las “Variaciones sobre un tema rococó, Op. 33”, de Piotr I. Tchaikovsky, como parte de una velada titulada “Mirando al pasado para hacer el presente” que comenzará con el preludio y la escena final del ‘Claro de luna’ de la ópera “Capriccio, Op. 85”, de Richard Strauss y que finalizará con la tercera de las sinfonías de Aaron Copland.

–Mi intención era seleccionar tres obras que planteasen ciertas exigencias y que a la vez fuesen atractivas para nuestro público –explica el maestro Irizarry–. Todas miran al pasado para su gestación, aunque desde diferentes perspectivas. La obra de Strauss, un estreno en Puerto Rico, es parte de su última ópera, “Capriccio”, de 1942. Tiene un prominente solo para la trompa francesa que será dedicado al maestro Luis Arroyo, quien se retiró hace ya algunos años de nuestra orquesta… es un reconocimiento lamentablemente tardío, pero justo y necesario para quien es el fundador de la ejecución de la trompa francesa en Puerto Rico.

El maestro Irizarry añade que Strauss, “deprimido por lo que está presenciando en ese año –la Segunda Guerra Mundial– con los teatros de Alemania en ruinas, al igual que su propia carrera, decide refugiarse en el siglo XVIII, algo que ya se venía viendo desde ‘El caballero de la rosa’, y toma como punto de partida el eterno argumento al que se enfrentan el compositor y el libretista para el teatro lírico: ¿Qué es más importante? ¿La palabra o la música?”.

–De ahí es que el describe esta ópera como una pieza de conversación… y en lugar de comenzar con una opulenta obertura, solamente seis instrumentos de cuerda interpretan ese prólogo en una charla –ilustra–. Todavía estamos por decidir si lo voy a dirigir… creo que el maestro Omar Velázquez (el concertino de la orquesta) puede ocuparse de sus cinco colegas sin dificultad alguna. A través de esta música, compuesta, repito, en 1942, todavía sentimos la presencia de Mozart.

En cuanto a la obra de Tchaikovsky, ese vínculo con el pasado –dice el maestro Irizarry– se explica desde su título mismo, “unas variaciones rococó que no es tanto que estén literalmente dentro de ese estilo, sino que lo que el autor utiliza es el añejo formato de presentar un tema y desmenuzarlo y cambiarlo y revertirlo con gran maestría”.

–Aquí es donde el maestro Jesús Morales es el solista, con una obra de extrema dificultad que, advierto, no la vamos a tocar exactamente como Tchaikovsky la escribió, sino con las correcciones que le hizo el primer intérprete, un violonchelista de nombre impronunciable –apunta el maestro Irizarry–. Cuando el compositor ruso se enteró de esto, se enfermó, pero así es como la obra quedó para la posteridad.

El maestro Jesús Morales –quien asevera que “volver a tocan con la Orquesta Sinfónica como invitado siempre es un honor” – sostiene asimismo que “los músicos de la Orquesta no solo son mis colegas, sino grandes amigos que también influenciaron mi crecimiento musical”.

–Las “Variaciones sobre un tema rococó fue la obra con la cual gané mi primera competencia en Estados Unidos y, luego, también en Puerto Rico, durante el FOSJA, el Festival de la Youth Symphony Orchestra of the Americas – Puerto Rico, en el verano de 1990 –comenta–. Esa fue la última vez que la toque en Puerto Rico, y no puedo esperar tocarla de nuevo con muchos de mis colegas que estuvieron FOSJA ese mismo año.

Por lo que respecta a la obra con la que culmina el programa, el maestro Irizarry explica que “Copland escribió su tercera sinfonía en 1946, cuando ya se había estrenad la quinta sinfonía de Shostakovich y la quinta de Prokofiev”.

–Y entonces Copland nos presenta su tercera sinfonía… de la cual no debemos dudar, que, si Haydn hubiese podido echar un vistazo a la partitura, se hubiese reconocido en ella –apunta–. A pesar de que se ha dicho, no sin cierta hipérbole, que esta obra de Copland es la “gran sinfonía americana”, es muy cierto que se trata de una composición que, tal como se nos representa la sociedad americana como ese gran “melting pot”, la sinfonía está revestida de influencias de toda índole, subordinadas al ímpetu creativo del compositor.

El maestro Irizarry añade que esta sinfonía “forma parte de lo que me atrevo a describir como ‘el tríptico’ de las grandes sinfonías que la experiencia de la Segunda Guerra Mundial produce en ánimo triunfalista, junto a la quinta de Prokofiev y, aunque no se escribió al final de la guerra, la séptima de Shostakovich, la conocida como ‘Leningrado’, que proclaman la victoria de los aliados sobre el eje encabezado por la Alemania nazi”.

–Copland compone esta obra para celebrar el fin de la guerra y eso explica diáfanamente la presencia entre los movimientos tercero y cuarto, de la querida “Fanfarria para el hombre común”, que había sido compuesta en 1942, y que el autor decide reusar con cambios importantes –dice el maestro hacia el final de la charla–. Y, aunque no voy a tratar esta obra como música cinematográfica, es innegable que se trata de una sinfonía seminal en el lenguaje musical del llamado “séptimo arte”.

Según el director ejecutivo de la Corporación de Artes Musicales, Carlos R. Ruíz Cortés, “es un privilegio contar con la visita del destacado violonchelista puertorriqueño Jesús Morales, quien vuelve a casa y está vez se une a nuestra orquesta como invitado”.

–Morales, quien proviene de una prestigiosa familia de músicos puertorriqueños, se destacó como primer violonchelista de la Orquesta, antes de proseguir una estelar carrera internacional –apunta el director ejecutivo de la CAM–. En este concierto nos honra con su talento y estamos seguros cautivará al público que nos acompañe”.

Los boletos para el concierto están disponibles en la página de Ticketpop.com y en la boletería del Centro de Bellas Artes de Santurce (787) 724-4747. Para más información sobre el concierto y próximas presentaciones visite la página Facebook.com/sinfonicapr.

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