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Foto del escritorMario Alegre-Barrios

'Si nos cortan las artes, nos cortan las alas'


SU CAMPAMENTO está dividido por una larga verja con dos portones con candado. El muro es el de su escuela, el de su universidad, el del Conservatorio de Música, casi su hogar. De un lado, sobre la acera, una tarima, par de toldos y una mesa con varias sillas. Adentro, varias casetas de campaña donde han pasado ya dos noches. Escalan el muro para ir y venir, no hay baños y tienen prohibido pasar más allá de la escalinata que separa el edificio histórico del que alberga el teatro.

Son cerca de las 10 de la mañana y el sol comienza a calentar. A esa hora hay cerca de medio centenar de estudiantes. Algunos conversan en grupos pequeños y otro más compacto discute la agenda del día. Debaten qué decir a los medios y qué no, opinan sobre a quién le deben agradecer el apoyo y si conviene o no hablar del cierre de los portones de parte de la administración y la imposibilidad de usar los servicios sanitarios. Al final deciden tomar la decisión más tarde.

Bautizaron el paro “48 horas para las artes” y la suspensión culmina hoy a la medianoche. Mañana a las 6 de la mañana regresarán a clases sin saber con certeza qué sucederá con los densos nubarrones que se ciernen sobre el Conservatorio como parte de esa tormenta perfecta que nos abraza a todos en su vorágine a una velocidad de la que hemos dejado de estar plenamente conscientes.

El drama del Conservatorio de Música -como el de la Universidad de Puerto Rico, el de la Escuela de Artes Plásticas y el del país en general- obviamente no es una ficción y los perjudicados tienen rostro y tienen nombre -como tienen sueños, ilusiones, ansiedades e incertidumbres- que particularizan la tragedia de ver cómo infinidad de proyectos de vida -el de cada uno, el de cada cual- enfrentan serias amenazas de naufragio por razones que -salvo el voto en unas elecciones siempre inútiles- nada tienen que ver con la inmensa mayoría de quienes -con rabia y estupor- nos preguntamos, no solo quién jodió todo esto y cómo se benefició, sino también de qué manera y cuándo será posible recuperar la esperanza.

Charleen Andujar, estudiante de canto y miembro del comité organizador del paro, dice que la iniciativa nace de la creciente inquietud por el alarmante patrón de recortes fiscales que el Conservatorio ha sufrido durante los últimos años.

-Entre el pasado año fiscal y el corriente hubo un recorte aproximado de $790 mil y la Junta de Directores (del CMPR) proyecta que para el próximo periodo fiscal va a haber otro recorte gubernamental que podría estar entre el 25% y el 50% del presupuesto actual de $5.03 millones, lo que podría dejar al Conservatorio inoperante -indica la joven cantante-. Con este paro estamos exigiendo que no haya más recortes presupuestarios de parte del Gobierno.

Charleen añade que el Secretario de la Gobernación, William Villafañe, informó que en el plan de consolidación de agencias gubernamentales se contemplaba incluir al Conservatorio bajo la sombrilla del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

-El Conservatorio es un ente educativo, no una agencia cultural -dice Charleen-. Si esa consolidación sucede, las acreditaciones del Conservatorio estarían en riesgo.

-Pero el director ejecutivo del ICP, Carlos Ruiz, dijo para récord a Esto es el agua... que “la consolidación que pudiese haber con el Conservatorio sería solo administrativa y nada tiene que ver con su Junta de Directores, porque esto trastocaría la autonomía por ser una institución educativa”.

-Lo que pasa es que Jeren Luis Guzmán (representante de los estudiantes del CMPR ante su Junta de Directores) fue a una reunión hace como dos semanas con el Secretario de la Gobernación y con el gobernador Ricky Rosselló -explica Charleen-. Cuando Jeren le planteó esta situación y le pidió una aclaración al respecto, el gobernador le respondió que no sabía nada de ese asunto y el secretario tampoco dijo nada.

Asimismo, Charleen dice que están “en contra de que se recorten las bellas artes en el sistema de educación del país en cualquier nivel” y que se solidarizan “con la lucha del sistema de la UPR contra los recortes.

-La asamblea pidió también la renuncia de Rafael Irizarry Cuebas como miembro de la Junta de Directores del Conservatorio porque está a favor de que se siga recortado la partida gubernamental en el presupuesto de la institución -agrega-. De la misma manera exigimos la auditoría pública de la deuda de Puerto Rico.

Al comentar sobre el cierre físico de la institución, Charleen señala que el rector Luis Hernández Mergal “emitió un cierre desde el domingo a las 8 de la noche hasta el jueves a las seis de la mañana”.

-No podemos ir más allá de donde pusimos las casetas de campaña -dice-. Nos dejaron ponerlas dentro por motivos de seguridad, para no pasar la noche en la acera de la Ponce de León.Hoy nos quedamos aquí hasta la medianoche y mañana reabre el Conservatorio a las 6 de la mañana.

-¿Con que espíritu, con que ánimo regresan mañana a clases?

-Estamos muy esperanzados, el paro ha sido todo un éxito y queremos ver ahora cuál va a ser la reacción del Gobierno, de la administración de Conservatorio y del pueblo en general -dice-. Luego seguiremos tomando medidas para continuar esta lucha que no queda aquí.

Por su parte, Jeren Luis Guzmán -quien estudia percusión latina en el Programa de Jazz y Música Caribeña y es también portavoz del comité del paro- añade que esta iniciativa busca ser portavoz del clamor para que no se minen aún más las ya maltrechas finanzas de instituciones como el Conservatorio de Música y la Universidad de Puerto Rico.

-Es imposible seguir con estos recortes para pagar una deuda que ni siquiera se sabe si es legal o no -dice-. El Gobernador ha dicho que para saber eso hay que llevarla a los tribunales, pero para hacer eso hay que tener una base que solo se logra si se audita esa deuda. El Gobierno dice que eso cuesta mucho, pero la realidad es que el costo de eso es ínfimo si se compara con otros gastos en los que se está incurriendo. Esto nos deja saber que hay otras razones tras bastidores para no auditar esa deuda.

Jeren añade que la auditoría es parte de “la lucha por la trasparencia y en contra de la corrupción”.

-Y la Junta del Conservatorio, ¿ha hecho algo serio para impedir que esto ocurra o solo es mensajera de lo que el Gobierno decide?

-La Junta de Directores del Conservatorio se ha proyectado un poco sumisa ante el panorama de estos recortes, enlutar de ser más productiva -asevera Jeren-. Ellos han decidido acabar las órdenes de austeridad con tal de mantener la institución a flote con la mentalidad de que “si protestamos nos van a quitar más”. Esta es la mentalidad de sus miembros. Incluso de la política oficial de la Junta de Directores y de la Rectoría de la institución era mantener al Conservatorio de Música fuera del ojo público en medio de toda esta situación, como si pensasen que “calladito te ves más bonito”. Nosotros le advertimos al rector que esto iba a pasar, que la situación no se podía obviar. Llegó el momento, aunque para el rector estas protestas están a destiempo porque no se ha anunciado oficialmente de cuánto va a ser el próximo recorte, pero nosotros estamos en contra de cualquier recorte.

Terminamos de conversar y comienza la música, primero con el pianista Ángel Persia -quien precisamente mañana tiene su recital de maestría- y luego con un conjunto de cuerdas que toca el primer movimiento del Octeto de Felix Mendelssohn.

“Si nos cortan las artes, nos cortan las alas”, dice Ángel antes de su intervención musical.

Tocan en la acera. La larga verja con dos portones con candado de su Conservatorio es su telón de fondo y el muro que trepan para ir y venir, como si fuesen intrusos, como si fuesen ellos -y no otros- los ladrones que se han robado tanto.

 
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