Hace poco más de una semana -el miércoles 21-, en este mismo espacio escribí sobre la buena nueva de la nominación al Grammy Latino, en la categoría de MEJOR COMPOSICION CLÁSICA CONTEMPORÁNEA de la obra -en esta categoría se nominan OBRAS, no artistas, los artistas se nominan en otra categoría- Beyond the Silence of Sorrow, del maestro Roberto Sierra -interpretada por la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico dirigida por el maestro Maximiano Valdés, con la soprano Martha Guth como solista- como parte del álbum del sello Naxos que incluye -del mismo autor- la Sinfonía Núm. 3, denominada La Salsa; Borikén y El Baile, también con la OSPR con el maestro Valdés en el podio.
En estricto apego a la verdad, esta breve nota fue titulada “Nominada al Grammy Latino obra de Roberto Sierra grabada por la Sinfónica de P.R.”. Varios días después de este anuncio -en lugar de hacerlo de inmediato, dada la magnitud de la noticia-, la Corporación de las Artes Musicales emitió un comunicado de prensa en el que deja entrever que fue la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico la nominada al premio y cito: “La Orquesta Sinfónica de Puerto Rico celebra la nominación que recibió al premio Latin Grammy a la Mejor Composición Clásica Contemporánea por la producción del compositor puertorriqueño Roberto Sierra Beyond the Silence of Sorrow”. Y aunque después intenta rectificar, al final reitera -en palabras de Rafael Irizarry Cuebas, director ejecutivo de la CAM- que: “Nos llena de orgullo y felicitamos a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y a su director titular, el maestro Maximiano Valdés por esta nominación. También extendemos una felicitación (mías las negritas) al maestro Roberto Sierra, quien compuso todas las piezas para esta producción”.
Ante esta situación, en conversación telefónica desde su hogar en Nueva York, el maestro Sierra me ha expresado esta mañana lo siguiente:
“Yo no tengo nada que aclarar, ya que los hechos son contundentemente claros; ésta es una nominación a la 'MEJOR COMPOSICIÓN CLÁSICA CONTEMPORÁNEA'. Me sorprendió leer la información difundida por la Corporación de las Artes Musicales en los medios de comunicación ya que resulta confusa y su título da una impresión equivocada. Yo me siento muy orgulloso de esta grabación que hicieron los músicos de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, la cual quedará como testimonio de la gestión cultural que hacemos los músicos puertorriqueños. Finalmente quiero señalar que en un mundo donde la cultura se encuentra en una situación de fragilidad, debemos mostrar un poco más de respeto, cariño y cuido a todos los artistas que con gran ilusión laboramos en el quehacer cultural de nuestro país”.
Todos saben de mi profundo afecto por la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y por sus miembros. Su calidad es indiscutible y así lo demuestran en cada concierto. No se trata de eso, ni de la nominación a un premio, sino de algo más profundo y de aclarar algo que estuvo claro desde el principio y que en el camino se desvirtuó.