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  • Foto del escritorMario Alegre-Barrios

'Una obra de amor', la exposición 'Encuentros / Desencuentros'


COMPARTIR LO QUE se ama suele ser el complemento ideal de la experiencia estética, realidad que fue más que elocuente durante la apertura privada de la exposición Encuentros / Desencuentros realizada el pasado jueves en la sede de la Fundación Casa Cortés, en el Viejo San Juan.

Ignacio Cortés Gelpí y su esposa Elaine Shehab fueron unos anfitriones evidentemente felices y complacidos al revelar al púbico una nueva serie de obras de la extraordinaria Colección Chocolate Cortés a través de la exhibición –curada por la profesora Adlín Ríos Rigau que propicia el cruce de trece consagrados artistas puertorriqueños con otros tantos colegas de diversos países del Caribe y América Latina.

Desde poco antes de las siete de la noche los invitados comenzaron a llegar a la sala Ignacio Cortés Del Valle –nombrada así en tributo al padre del presidente de la Fundación Casa Cortés y de Cortés Hermanos & Co.– para disfrutar de la muestra que se apropia de manera abierta y relajada de tres de los muros del espacio, con una cadencia cronológica que invita al espectador a seguir ese cauce en el que trece binomios de obras no solo dialogan entre ellas, sino que seducen a quien las observa a incorporarse a la conversación y descubrir las resonancias únicas que tiene para sí mismo esa experiencia.

Amenizada por un cóctel ofrecido por el ChocoBar de Casa Cortés y su chef Ricardo de Obaldía –y con la violinista Paola Vázquez como artista invitada– la reunión convocó a un público bastante numeroso que desde la entrada a la sala comenzó a vivir lo que ha sido una de las piedras angulares del proyecto de la Familia Cortés-Shehab: la fusión de sus pasiones por el arte y el chocolate. Cada invitado fue recibido con una copa de champán y una pieza de “Forteza”, el producto elite de la marca Cortés, con la invitación a describir en una lámina –con una palabra o frase breve– su experiencia al probar ese chocolate.

Al filo de las 8 de la noche, el señor Cortés Gelpí dio la bienvenida oficial a sus invitados, haciendo hincapié en el placer inmenso que deriva al continuar dando a conocer los tesoros de su colección, no solo por el gusto estético que enmarca esa pasión, sino también por las inmensas posibilidades educativas que se generan de las exposiciones que se articulan siempre con esta intención como brújula.

“Esto ha sido un ‘labor of love’, literalmente”, aseveró el señor Cortés Gelpí al referirse a la exposición que durante el resto del año estará abierta al público los jueves, sábados y domingos de 11 a.m. a 5 p.m. “Como todo lo que surge de la pasión y el amor, termina en algo muy especial y único. Esta exhibición es así por tener sustancia, amplitud, por ser amena, por ser accesible. Es única porque, con toda la intención y alevosía de la curadora, tiene también un enfoque genuinamente educativo. Es así porque ella así lo quiso y Elaine y yo la apoyamos en ese propósito que encadena perfectamente con lo que es la razón de ser de la Fundación Casa Cortés… tenemos el programa ‘Educa Cortés’ que expone a los jóvenes estudiantes participantes del mismo a lo que es el arte -que en muchos casos nunca han tenido esta experiencia- y al mismo tiempo se enfatiza en temas relacionados con el currículo escolar”.

El señor Cortes Gelpí puso también de relieve que durante los cuatro años de trayectoria de la Fundación ya han pasado por su sede alrededor de 50,000 visitantes, 4,000 de ellos estudiantes de escuelas públicas y privadas del país, así como miembros de comunidades especiales.

“Ha sido una experiencia sumamente enriquecedora y un ejercicio de humildad para nosotros mismos en la Fundación”, aseveró. “Hemos podido compartir, aportar y añadir a todas esas personas que han pasado por aquí, pero también hemos recibido mucho de ellas a través de sus experiencias de vida. Por ejemplo, aquí han venido niños de esta isla de 100 por 35 que nunca habían venido a San Juan… pero que tampoco habían visto el mar, hasta que nosotros los trajimos aquí. Con este proyecto estamos tratando de dar, de aportar, de añadir algo valioso a nuestra sociedad. En el caso de esta exposición, la misma propone no solo los encuentros y desencuentros artísticos inherentes, sino también encuentros como estos, con ustedes, que nos motiva a continuar adelante. Deseo agradecer a Adlín por este trabajo exquisito, a Néstor Otero, nuestro diseñador, a Annex Burgos, su ‘binomio’ inseparable y también a todos ustedes por acompañarnos”.

Por su parte, la profesora Adlín Ríos Rigau destacó el gozo enorme que propuso para ella el proceso de selección de los binomios que dan sustancia a Encuentros / Desencuentros por la armonía que fue obvia desde el principio entre los deseos del dueño de la colección y su visión como educadora.

“Esta exposición muestra el contenido diverso de la Colección Chocolate Cortés”, dijo. “Sus piezas expuestas reflejan una variedad de géneros y temáticas. Esta exhibición trata sobre el arte de la conversación. Sabemos que en todo diálogo pueden vivir momentos de convergencia y divergencia, que la clave está en la apertura. A través de estas 26 obras se escuchan parlamentos de diferentes registros y grados de intensidad, siendo la comunicación sin duda alguna el objetivo principal. El proceso creativo comienza en soledad. Con la necesidad imperiosa de expresarse, el artista crea un monólogo interno repleto de ideas e imágenes que le acompañará en su trabajo. Luego existe un atrevimiento liberador con su obra y florece la intención de iniciar un diálogo con el espectador… el objetivo de Encuentros / Desencuentros es dar pie a este diálogo visual”.

Cabe resaltar que entre la gran cantidad de amigos amantes de las artes se dieron cita en esta celebración artística estuvieron los maestros Carmen Inés Blondet, Nick Quijano, Sofía Maldonado y Luis Hernández Cruz, todos ellos con obras como parte de Encuentros / Desencuentros.

 

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