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Foto del escritorMario Alegre-Barrios

Karlo Flores: "Apuesto al país mil veces..."


NO ES UNA persona que suela apostar, pero el maestro Karlo Flores apuesta al país y a la música como un recurso estupendo para ser parte de la transformación de una sociedad que no puede permitirse perder la sensibilidad por su cultura y por todo aquello que da sustancia a ese acervo.

La reflexión llega durante la charla de ayer por la tarde, poco antes del ensayo del programa que Karlo dirigirá este sábado en el podio de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, velada que comenzará a las 7 p.m. en la Sala Sinfónica Pablo Casals y que marca su debut al frente de esta institución como parte de su temporada de abonos.

El repertorio comenzará con el famoso y bellísimo Huapango de Juan Pablo Moncayo, –obra que es considerada como el segundo himno nacional de México–, y continuará con Le Coucou y el Concierto Mestizo para trompeta y orquesta, del Efraín Oscher, con el virtuoso venezolano Francisco “Pacho” Flores. Antes del intermedio también se presentará la Bachiana brasileira Núm. 5 de Heitor Villa-Lobos, y, de Las cuatro estaciones porteñas, de Astor Piazolla, “Invierno porteño”. La segunda parte será dedicada íntegramente a la inmensa Novena sinfonía de Antonin Dvorak, Del Nuevo Mundo.

Luego de haber finalizado el año pasado su maestría en dirección orquestal en el Conservatorio de Peabody, en Baltimore, Karlo regresó a Puerto Rico para reincorporarse como profesor de violín en la Escuela Libre Música de San Juan Ernesto Ramos Antonini y como director de la Orquesta Sinfónica de esta institución, algo que asegura estar “disfrutando mucho”.

–Me llena inmensamente trabajar con muchachos de este nivel y ser parte de su desarrollo… yo me formé de esa misma manera –comenta–. Vamos a empezar a hacer muchas cosas, hay sangre nueva en la escuela, mucha juventud, muchos maestros de la Sinfónica... en fin, la escuela siempre ha sido de excelencia y a mí me place mucho ser parte de ese proyecto. El próximo concierto es de nuestros profesores que van a tocar como parte de la orquesta, proyecto que estableció el maestro Fermín Segarra.

El regreso de Karlo a su tierra después de su maestría estaba contemplado: su esposa había hecho un paréntesis en sus estudios de maestría en Sicología en la UPR para acompañarlo a Peabody. Ahora le toca a ella terminar, “y la visión es quedarnos aquí y trabajar todo lo que se pueda, por la juventud y por el país”.

Respecto al concierto de este sábado, Karlo explica que, aunque en varias ocasiones ha dirigido a la OSPR, ésta será la primera vez que lo hace como parte de la temporada de abonos y eso de entrada ya lo convierte en algo muy especial y emotivo.

–Esta es una primicia que me hace sentir muy feliz –asevera–. Además, viene un solista como Pacho Flores, con quien tengo una muy buena amistad desde que lo conocí cuando fui a tocar a Venezuela. Es una persona encantadora y un artista excepcional. Por otra parte, el programa, que es muy hermoso… con lo que Pacho va a tocar. También el Huapango para abrir… y la novena de Dvorak, una de mis sinfonías favoritas y que también tanto disfruta la Sinfónica tocar.

De hecho, la sinfonía Del Nuevo Mundo fue una de las que Karlo más trabajó mientras estudiaba su maestría en Peabody.

–La obra completa es muy hermosa, llena de contrastes, con un segundo movimiento que tiene un solo de corno inglés sublime, tocado en esta ocasión por la maestra Gloria Navarro, quien fue mi profesora de Teoría en el Conservatorio de Música de Puerto Rico –señala–. Cosas como éstas me conmueven profundamente. ¿Quién me iba a decir que alguna vez yo estaría en el podio de la Sinfónica dirigiendo a mi profesora en uno de los solos para oboe más famosos que se hayan escrito para una sinfonía? Esto es algo sumamente emotivo.

A corto plazo, Karlo está articulando un proyecto de verano para los jóvenes de la Escuela Libre de Música, mientras trabaja también con la Nueva Sinfonietta Puertorriqueña, orquesta de cuerdas de quince músicos, jóvenes, profesionales, graduados del CMPR y que generalmente se está presentando en espacios abiertos, como La Barandilla del Viejo San Juan, el Parque Muñoz Marín, y en la Plaza Antonia Quiñones, del Condado.

–¿Apuestas al país?

–Apuesto al país mil veces, Mario… aunque estamos viviendo todo este mal tiempo que se nos ha venido encima, no nos podemos quitar, porque somos nosotros los dueños de este país, más nadie. Y nosotros tenemos que apostar por nuestra juventud y por instituciones como la Orquesta Sinfónica, que es la nuestra. Los maestros que la integran nos tocaron a todos los que venimos detrás de ellos, dejaron su huella en nosotros. La relación de estos maestros con sus discípulos es muy estrecha. Hay que apoyarlos al igual que a todos los pequeños proyectos que surgen de la autogestión de los músicos jóvenes del país.

Sonríe.

–Nada mejor que trabajar para demostrar que la música es capaz de tocar y transformar a las personas –finaliza–. La música es parte de las herramientas que tenemos para echar al país adelante.

Los boletos para el concierto están disponibles a través de Ticketpop (787) 294-0001 y/o de la boletería del Centro de Bellas Artes en Santurce (787) 620-4444.

 

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