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  • Foto del escritorMario Alegre-Barrios

A escena 'Ofel', un 'Hamlet' boricua del siglo XXI


LA NATURALEZA humana –lo que se es desde la entraña, con lo bueno y lo malo, con los vicios y virtudes– parece ser inmutable, una constante eterna que en su origen desconoce modas, tiempo y lugares.

A partir de esta realidad es que la dramaturga Sylvia Bofill reinterpreta la tragedia del Hamlet de William Shakespeare para –cuatrocientos años después– darle un nuevo aliento en Ofel, obra que este fin de semana clausura la 58va. edición de Teatro Puertorriqueño del ICP, con funciones de viernes a domingo a las 8 p.m. –con una función adicional el sábado a las 4:30 p.m.– en el Teatro Victoria Espinosa, en Santurce.

Esta obra fue estrenada en mayo pasado en el Anfiteatro Julia de Burgos de la UPR, con once funciones, y tiene como marco la celebración de una fastuosa boda en la que se pone de manifiesto la erosión de valores en la sociedad contemporánea de la misma manera que ocurrió en la Dinamarca que Shakespeare (1564-1616) describió hace poco más de cuatro siglos.

El elenco de esta historia -integrado por estudiantes de Sylvia en el Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico- consta de Luis Rivera, Jenessa Pereira, Jackeline Torres, Noelia Loiz, Deborah Matos, Carlos Piñero, Luis Reyes, Nefesh Cordero y Zailyn Cuevas. Finalmente, Andrea Rovira interpretará a Hanna, mientras Michael Vélez y Yan Carlos Ramos compartirán el papel de Ofel. El diseño de escenografía estará a cargo de Karla Santiago, el diseño de iluminación por Brenda Morales e Israel Franco-Müller y el diseño de vestuario por Miguel Vando. Camille Vandenbunder es la productora.

"En 'Ofel' yo quería hablar de nuestra crisis, de nuestra guerra. Nosotros en Puerto Rico sentimos que estamos al borde un cataclismo, pero pocos parecen darse cuenta de esto y seguimos como si nada estuviese pasando"

Sylvia Bofill

 

Con una vocación que le viene desde niña, con pasiones profundas por la escritura, la actuación y el baile, Sylvia explica que fue el descubrimiento del diálogo y la dirección lo que definió su cauce como dramaturga.

–Me llamó la atención ver cómo se concretaba en el espacio lo que yo tenía en mi mente –explica Sylvia–. Me he dado cuenta de que yo termino el proceso de escritura de una obra en el escenario. Ahí es que edito, depuro, afino… siempre con la ayuda de los actores.

Los añejos afectos de Sylvia por Hamlet fueron el origen de Ofel. Una imagen en específico de esa tragedia fue el detonante que la llevó a escribir: la del rey en el féretro, con zapatos nuevos.

–Esa imagen me pareció tan fuerte y tan reveladora –dice Sylvia–. El rey acabado de morir, en el ataúd, calzando unos zapatos nuevos, y, al mismo tiempo la celebración de la boda. Esto me pareció crucial porque ahí se resume lo que yo quiero decir con Ofel. Hamlet es la historia de este joven a quien la muerte obliga enfrentarse consigo mismo y a vivir una crisis existencial. Creo que con esto todos pueden conectar. Además de eso, Hamlet es una diversidad de historias adicionales, cada personaje con la suya… y pensamos ¿quiénes somos nosotros en realidad?

Asimismo, Sylvia señala que es 'Ofel' el personaje central porque es a través de él que reflexiona sobre un hecho fundamental para ella: ¿quién cuenta la historia? ¿quién cuenta nuestra historia?

–Me llama mucho la atención como una misma historia puede ser narrada por distintos personajes –apunta–. En la obra de Shakespeare esa tarea la asume 'Horacio', en este caso es 'Ofel' quien narra la historia de ese mundo fragmentado que poco a poco se derrumba. Asimismo, Hamlet es una poética del teatro maravillosa y nos lleva a un espacio muy íntimo que todos podemos entender.

Otro paralelismo obvio que Sylvia menciona entre Hamlet y Ofel es la crisis de país que se vive como telón de fondo de ambas historias.

–En Hamlet, el rey muere, hay un cambio de poder, se espera un ataque… –comenta–. En Ofel yo quería hablar de nuestra crisis, de nuestra guerra. Nosotros en Puerto Rico sentimos que estamos al borde un cataclismo, pero pocos parecen darse cuenta de esto y seguimos como si nada estuviese pasando. Este es el pulso de Ofel, donde todo se está desmoronando.... pero hay una boda, ostentosa, con gran derroche, un gran espectáculo… eso es lo que nos gusta, el jolgorio, las apariencias, las máscaras. Y en las bodas pasa de todo, como en los funerales. Lo que pasa en Hamlet y lo que sucede en Ofel es la realidad puertorriqueña.

Sylvia comenta que mudar el espacio de Ofel, del Anfiteatro Julia de Burgos al Teatro Victoria Espinosa le ha planteado algunos desafíos y la ha obligado a ajustar la propuesta a los rigores que establece trabajar en un espacio “oficial”.

–Por ejemplo, aquí (en el Victoria Espinosa) no puedo pintar el espacio… no obstante, sí nos ha dado la posibilidad de darle una mayor dimensión a ese cúmulo de cajas que se apilan hasta bastante altura y que sugieren que podría seguir creciendo hasta el infinito– señala–. A medida que la obra se desarrolla, se va revelando el significado fundamental que tienen estas cajas.

Los boletos están a la venta en PRticket.com (787) 303-0334 y en Libros AC, (787) 998-5132.

 

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