top of page
  • Foto del escritorMario Alegre-Barrios

"Casi B.F.F.", para reír... y mirarnos en el espejo


El teatro como espejo es algo a lo que se aspira desde diversas avenidas, lo mismo se trate de Shakespeare o un clásico griego, que de una obra de vanguardia o una comedia, axioma de incuestionable presencia en las intenciones de todos los involucrados en Casi B.F.F., obra que desde anoche se presenta en la Sala Experimental Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré.

La pieza -que se presenta nuevamente hoy a las 8 p.m. y mañana a las 6 p.m., con otras tres funciones el viernes, sábado y domingo de la próxima semana, en horarios similares- ha sido escrita y es dirigida por el prolífico dramaturgo Carlos Vega, con un elenco integrado por Natalia Lugo, Emmanuel Irizarry -productor del proyecto-, Yizette Cifredo y Norwill Fragoso.

A grandes rasgos -y sin revelar nada que evite las sorpresas- la trama de esta pieza narra lo que sucede durante un fin de semana de playa en Salinas, donde cuatro “casi mejores amigos” y compañeros de trabajo intentan dar consuelo a uno de los miembros del grupo luego de una terrible decepción amorosa. En el proceso surgen situaciones que plantean varias interrogantes, como por ejemplo, ¿Cuántas cosas pueden compartirse entre amigos? ¿Qué se les puede perdonar? ¿Cuántos secretos se pueden esconder? ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? ¿De verdad se puede tener “mejores amigos”?

Y de entrada les pregunto que significan las siglas B.F.F.

“Inicialmente esto se populariza en los 90 como las iniciales de 'Best Friend Forever', explica Yizette. “Pero desde entonces la gente se ha puesto creativa y le ha dado más significados, entre ellos 'Best Fucking Friend'… el público decide cual le da”.

Imagino que mi cara es un poema porque…

Natalia -a quien en ese momento le colocan una pestaña postiza en el ojo derecho- me mira con el ojo izquierdo y me dice…

“Eso es algo bien ‘millennial’… eso es así”…

Y nunca como entonces me siento más “baby boomer”, desde mi orilla al otro lado del abismo.

Reímos todos... solo yo sangro un poco…

“Estaba buscando una obra para que fuese la primera que produjese con mi compañía Emmanuel Irizarry Entertainment”, explica Emmanuel. “Llevo más de un año trabajando con Yizette y empezamos a barajar nombres de dramaturgos puertorriqueños. Llamé a Carlos y se me puso difícil, hasta que lo convencí. Empezamos entonces a tirar nombres de actrices… quería a Yizette al lado mío y estaba loco por trabajar con Norwill. Conocía a Natalia solo por los medios y quise invitarla. Así se formó el grupo y estamos muy contentos con lo que está sucediendo”.

Natalia es “Katia", “una joven muy inocente, muy de esas etapas que todos hemos pasado de muy jóvenes, que vive lo que nos sucede al enfrentaros al mundo más real, al mundo de la adultez”. “Ella tiene siempre sus emociones a flor de piel, está perdidamente enamorada de 'Luiso', quien la deja y en medio de la depresión, estos tres amigos se la llevan a un fin de semana a una casa de playa en Salinas para ayudarla en el proceso”, explica la bloguera, cantautora y actriz. “Al final ‘Katia' tiene que asumir que primero debe aprender a quererse a sí misma, antes de amar a otra persona, porque ella vivía en esa ‘fantasía de Disney’, donde todo es perfecto y el amor es como en los cuentos de hadas. El papel de estos compañeros en su vida es precisamente mostrarle que las cosas no son así y que primero debe buscar dentro de ella misma”.

“Para mí, como actriz, esta obra ha sido una terapia, y les he dado las gracias a Carlos y a Emmanuel... me ha hecho reflexionar mucho”, añade Natalia. “Desde que comencé a prepararla he tomado decisiones drásticas en mi vida”.

Por su parte, Norwill destaca que ‘Isabel’ es una mujer “sagaz, astuta, audaz, hábil, muy fuerte, pero también muy vulnerable y empieza a quebrarse en el transcurso de la pieza”. “La ‘Isabel’ dura y hasta charlatana vive en la obra un proceso en el que se debilita y muestra la fragilidad que esconde”. apunta. “Es un personaje muy chévere porque, aunque se trata de una comedia, tiene una gran verdad y un realismo que me permiten jugar y mostrar sus facetas, algo que suele ocurrir en la vida misma".

Y ese es uno de los grandes aciertos de las comedias bien escritas, en las que la risa no es vacía, sino puerta para la reflexión y una suerte de espejo para mirarse uno mismo…

“Para mí esto es especialmente desafiante -añade Norwill al respecto- porque la gente está acostumbrada a verme todos los martes haciendo comedia en el show de Raymond y sus Amigos. El secreto está quizá en creer que no me voy a repetir, que soy más la actriz a la que quiero que la gente reconozca. Siempre he sido muy enfática en que no soy una comediante, sino una actriz que lo mismo puede hacer drama que comedia, porque me formé en el teatro de la calle, con Maritza Pérez y los Jóvenes del 98… Maritza, mi madre, mi amiga, mi mentora, a la que le debo estar hoy aquí. Ella es una de las pocas personas que no me han puesto un sello y me ha dicho que está bien lo que estoy haciendo”.

Yizette es “Laura”, a quien “le encanta el tema de los estereotipos”. “Si bien es cierto que cada persona en el público se podrá identificar con el perfil de alguno de estos personajes, lo cierto es que también representamos etapas en la vida”, explica la animadora y motivadora. “‘Laura’ ha vivido bastante, es calculadora, misteriosa, introvertida… de los cuatro, es la que menos habla de sí misma y sus travesuras las tiene bien calladas. Su espiritualidad es una forma de justificar esa reserva, ese misterio. Es bastante fría… me enamoré del personaje porque me dio coraje cuando vi sus posibilidades… un coraje bueno, estimulante”.

“A diferencia de mis compañeros -agrega Yizette- soy la más novata en el teatro. He tomado clases de actuación. En el 2014 hice Clase de Reunión y desde entonces me enamoré del teatro, eso sí, con mucho respeto. Sé que ‘Laura’ es un personaje que va a tocar muchos botones. Toda su paz se va transformando hasta que se abre con toda la carga que va acumulando a lo largo de la obra”.

Emmanuel da vida a “Sebastián”, “una joya”, dice él del personaje. “Es el que menos se complica la vida, cree en las cosas y en las relaciones simples, vive a plenitud su homosexualidad, evita los momentos incómodos”, señala. “‘Sebastián vive feliz, es soltero, ama a sus amigas y hace cosas por ellas que no cualquier amigo haría. Cuando conocí a ‘Sebastián’, me chocó, porque aunque soy homosexual como él, tengo otra crianza y otros valores más rigurosos que no me permiten, en lo personal, jugar en la liga en la que juega él. Es muy libre, dice y hace lo que piensa… vive en el presente.¿Los jóvenes pueden verla? Claro, siempre y cuando vengan acompañados por un adulto. Se habla de sexo, pero más que eso escucha todos los días en los medios, en las calles y entre sus compañeros, así es que es una excelente oportunidad para que los adultos encuentren en la obra algunos pretextos para hablar de esos temas con ellos de una manera clara y responsable”.

Todos ellos coinciden en que ha sido una fiesta trabajar juntos en este proyecto y destacan la labor de Carlos Vega, no solo como autor del libreto, sino también como un director de escena que los estimuló a adueñarse de los personajes y que los ha apoyado y cuidado en todo momento.

Mientras dicen eso, Carlos llega.

Y respiro: ya no soy el único en la reunión que no es “millennial”…

“Me encantó su energía…”

“Emmanuel y Yizette insistieron mucho para que escribiera la pieza, y no es que no quisiera, sino que no podía, estoy fundido”, explica Carlos. “He escrito cinco obras este año y mi esposa me había amenazado que si escribía algo más me dejaba… pero al final me convencieron y lo hice. Nunca había trabajado con ellos y me encantó su energía”.

Carlos comenta que cuando aceptó, no tenía idea del tema de la obra, que solo conocía los nombres de quienes integraban el elenco y que le habían pedido una comedia. “Nos reunimos y recuerdo que les dije que quería matar a alguien, o sea, una obra con un muerto y que la trama girara en torno a eso, pero ellos me pidieron algo sin sangre”, sonríe. “Salvo a eso, Emmanuel me dio la libertad de escribir lo que quisiese. No quería hacer algo banal, sino algo de lo que nos riéramos, sí, pero que también nos hiciese reflexionar. Si te sientas a ver y escuchar lo que pasa en esta pieza, todo es muy doloroso. Son personas muy solas y tristes… se tienen a ellos nada más”.

Las primeras fotos que Carlos vio del elenco le dieron la clave de lo que podía contar, historia atada a una experiencia que vivió hace muchos años en una fiesta que prometía ser como un bacanal, “con lujuria al cien” pero en la que eso no llegó a nada.

“Había tantas personas con unos rollos emocionales tan inmensos, que el deseo sexual murió y todo el mundo terminó llorando, dándose terapia y consuelo mutuamente, según nos dijeron a mi amigo y a mí, porque nos fuimos cuando vimos lo que venía”, recuerda con una sonrisa. "Con Casi B.F.F. queremos que la gente se ría un rato, pero que también reflexione y salga de la sala diferente a como entró a ella… de eso se trata”.

61 visualizaciones0 comentarios
bottom of page