top of page
  • Foto del escritorMario Alegre-Barrios

Montados en 'Rocinante', llevan el teatro a la isla


CUANDO LA CONOCÍ, Mariana Carbonell era una niña de escuela elemental en Mater Salvatoris, condiscípula y amiga de Analía, mi hija, con una inquietud intensa por el teatro y las letras que el tiempo ha convertido en talento, pasión y vocación. Ahora, unos cuantos años después, Mariana –la hija de Rubén y Maty, la sobrina de Carlos– sigue viviendo ese amor por su oficio a bordo de “Rocinante”, una guagua-camper-oficina-estudio, con la que desde hoy le estará dando la vuelta a la isla para presentar “¡Ay María!” –obra de creación colectiva conceptualizada y dirigida por la maestra Maritza Pérez Otero– que tiene como leitmotiv el huracán que hace 53 días nos cambió el rostro y el alma de manera irrevocable.

El corillo de esta producción de Ipso Facto –y cocreadores de “¡Ay, María!”– está integrado por José Eugenio Hernández, Mickey Negrón, Bryan Villarini, Marissa Gómez, José Luis Gutiérrez, Cristina Soler y Yan Collazo. Los primeros cinco conforman el elenco inicial de esta pieza al que en algún momento se integrarán los dos últimos.

Intensa, con la mirada en la Bahía de San Juan, Mariana intenta explicar cómo nació este proyecto en el que ha puesto todo su tiempo y buena parte de sus recursos por razones que parecen estar más allá de las palabras.

–Unos días después del huracán estaba conversando con un corillo y de pronto se me ocurrió la idea de montar una obra en un vagón… así era inicialmente, en un vagón, en grande, con escenografía, sonido, luces y vestuario… ese fue “el viaje” inicial –dice poco antes del inicio del ensayo general con público realizado ayer en uno de los espacios abiertos del Arsenal de la Marina, en La Puntilla, en el Viejo San Juan, gracias a la colaboración del Instituto de Cultura Puertorriqueña–. Luego de eso pasaron muchas cosas… estuve trabajando como voluntaria en los esfuerzos por ayudar luego de María… fue en esos días en los que un solo día se siente como si fuese una semana.

Mariana explica que durante dos días trabajo intensamente en la escritura de una obra, con un texto “medio fuerte”, y que una vez lo terminó, se dedicó a bajarle un poco el tono para que también fuese accesible a niños.

–Pero fueron dos días perdidos, que fue como perder dos meses… el “feedback” que recibí de casi todos los que lo leyeron fue de que era “muy fuerte e intenso” y “medio dark”, pero como yo soy intensa y “dark”, a mí no me afectaba –explica–. “Mariana, bájale un poco”, me decían… pero como soy tan terca, insistí durante un tiempo más. Fue mi tío, Carlos Carbonell, quien me dijo con firmeza: “¡Mariana, no puedes llevar esta obra, lo que la gente necesita ahora es esperanza y reírse un poco!”. Fue él quien me puso los pies en la tierra y empecé entonces a buscar textos alternos, que reflejasen lo que está sucediendo, que fueran “light”… pero fue imposible encontrar algo que se alineara con lo que yo quería.

Y fue entonces cuando Mariana pensó en Maritza Pérez y su proyecto teatral colectivo Jóvenes del 98.

–Esa fue la mejor decisión –asevera–. Maritza es una maestra y durante muchos años ha trabajado con ideas como la que yo quería desarrollar. En sus propuestas se suelen tocar temas bien intensos, pero de una manera muy accesible y bien chévere. Sus obras son cortas… 20 ó 3 minutos a lo sumo. Cuando se me ocurrió esto, tenía la cabeza trabajando a un ritmo desenfrenado. Cuando le envié un mensaje de texto, Maritza me dijo que estaba en Miami. Le escribí entonces por correo, explicándole en detalle lo que quería y a los dos días ya estábamos trabajando para nuestra primera reunión y comenzar en la creación de la pieza.

Quijotesca la idea de esta gira –no por nada la guagua (alquilada) en la que se moverá el corillo durante el próximo mes fue bautizada como “Rocinante”– el proyecto es viable financieramente porque Mariana “rompió su alcancía” para comenzar a moverlo, con la idea hacer propuestas para recuperar los costos de producción.

Duda en comentar más al respecto. Me mira, sonríe, Dime tú que piensas, me dice. Yo no veo problema en que se sepa, le respondo. Más que encomiable y ejemplar es que articules esta iniciativa, que no solo da aliento al teatro y sirve de solaz a la gente, sino que también da empleo a un grupo de artistas en unos momentos tan difíciles como los que enfrentamos.

–Me puse una cifra máxima que yo estaba dispuesta a gastar en esto y así fue que comenzamos –explica–. Vamos a visitar los 79 municipios, porque también iremos a Castañer, a bordo de “Rocinante”, y ya veremos si algunas de las propuestas permiten recuperar algo de lo invertido, si no, no importa. Todas las presentaciones son gratuitas y no pasaremos el sombrero para que la gente done. No quiero drenarle un solo centavo a los municipios y menos aún a la gente que nos va a irá a ver. Este es un corillo genial y me siento muy feliz de trabajar con todos ellos.

La gira que comienza hoy, partirá desde San Juan en un recorrido por la costa norte hacia el oeste, para luego bordear hacia el sur y posteriormente internarse en los pueblos del centro de la isla.

–Alquilé a “Rocinante” para el viaje por la isla… hasta que regresemos a este mismo espacio a mediados de diciembre para las presentaciones que ponen fin a esta gira –apunta Mariana–. Dejamos el área metro para el final porque ya acá podemos movernos más fácilmente y cada cual puede estar en su hogar. Luego de eso, estamos tratando de hacer los arreglos para visitar también Vieques y Culebra… ya lo veremos con el corillo.

Por su parte, Maritza Pérez comenta que Mariana Carbonell “lleva años trabajando en este mundo del teatro, hasta no hace mucho con Teatro Breve, por ejemplo, y también la vi dirigir de manera excepcional una obra en Abracadabra”.

–Se le ocurrió hacer este teatro rodante y comenzó a llamar a actores y actrices. Unos podían, otros no… hasta que pensó en mí y me llamó, pidiéndome que montara algo en un fin de semana –explica la fundadora y directora de Jóvenes del 98–. Le expliqué que para montar una obra de cinco minutos nos tardamos tres meses… es todo un proceso muy complejo a partir de una idea. Me dijo que su compañía se llama Ipso Facto y que sabía que yo podía. El tema es el huracán y sus consecuencias, añadió, que quería que yo la montara y la dirigiera. Yo estaba en Miami, le expliqué que regresaba a Puerto Rico el día siguiente a las dos de la tarde. Perfecto, me dijo, porque tenemos reunión de producción a las cuatro. Así fue que comenzó todo.

Maritza añade que el cartel de “¡Ay, María!” fue realizado por el artista Jorge Sierra, luego de que lo llamara y le explicara la urgencia planteada –claro– por Mariana.

–Vino a ver el ensayo del martes pasado y al otro día nos presentó su idea –dice Maritza–. Es un artista excelente y todo se ha alineado para que hoy estemos aquí, para este ensayo general, con público.

Para José Luis Gutiérrez –creador de la inmensa bandera puertorriqueña hecha de retazos que cubre a “Rocinante” antes de cada función– este proyecto representa una oportunidad muy especial y anhelada de trabajar con Maritza Pérez.

–Siempre había querido trabajar con ella y a través de esta invitación de Mariana se me cumplió… muchas gracias a ambas –dice–. Los huracanes se llevan mucho, pero también traen, desde el caos, otras cosas, entre ellas, nuevas experiencias, nuevas ideas, nuevas relaciones. En estos seis o siete días que llevamos montando esta pieza la experiencia ha sido maravillosa. Estamos trabajando con temas que son muy actuales para todos los que vivimos en Puerto Rico: las filas, la falta de luz, de agua, de comida, la desesperanza, la indignación, la imposibilidad de hacer planes y tener que vivir día a día… en fin.

José Luis añade que qué mejor manera de canalizar todo esto que a través de la creación, en este caso, la teatral.

–El propósito de esta pieza es educar, sembrar una semilla, reflexionar, vernos a nosotros mismos como individuos y como pueblo –señala–. Y creo que se está logrando… esto es fruto de un proceso colectivo bien rico, en el que todo el mundo ha aportado. Se ha dado algo que es mágico: el personaje que cada uno hace seleccionó al actor que le daría vida. Ningún papel fue asignado previamente… eso fue saliendo en el proceso de creación. Ha sido como si nos conociéramos de toda la vida.

Marissa Gómez comenta que ella llevaba ya algún tiempo alejada de las artes escénicas, “trabajando en otras cosas” –un restaurante que, como tantos, actualmente está cerrado debido al huracán– y que ahora está feliz porque tiene la oportunidad de volver al teatro, “una pasión que tenía un poco abandonada”.

–Ha sido estupendo ser parte de este proyecto… me siento muy contenta y afortunada. Trabaje con Maritza muchos años y es muy grato este regreso –asevera–. Es nítido ytemer una voz en todo esto que estamos viviendo… la obra es muy política, porque de alguna manera es un reflejo de lo que está viviendo el país. Asimismo, esta pieza tiene mucho de educativa y se irá nutriendo de las experiencias que recojamos en cada pueblo que visitemos.

Al otro lado de la bahía, el hospital flotante USNS Comfort y las cruces rojas en su casco refuerzan el recuerdo de la pesadilla. El crepúsculo se asoma en el horizonte cuando la bandera herida cobija a “Rocinante” y el ensayo comienza.

 

62 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page