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  • Foto del escritorMario Alegre-Barrios

'La Zapatera Prodigiosa' y las razones del teatro


PARA LOS TEATREROS de corazón –para quienes respiran las 24 horas del día haciendo teatro, imaginándolo, inventándolo- siempre hay razones para hacer obras, ser personajes, buscar escenarios y vivir otras vidas.

Para la maestra y directora Rosa Luisa Márquez las razones para presentar un nuevo montaje de La Zapatera Prodigiosa son varias e importantes, entre ellas que este año se conmemora el octogésimo aniversario del asesinato de Federico García Lorca, que el Teatro de la Universidad de Puerto Rico celebra 70 años de existencia, que La Zapatera ha sido la obra más representada por esta venerada compañía, que es una pieza propia para la época navideña, que es idónea para toda la familia, que puede ser un estupendo recurso para que los niños tengan la oportunidad de comenzar a desarrollar el gusto por el arte teatral.

Y también porque le gusta, porque sí, porque La Zapatera está ahí para ser hecha, porque tiene un elenco que considera tan delicioso como extraordinario, porque cree en la necesidad de revivir la tradición de las matinés…

Por todo esto –y varias cosas más- Rosa Luisa dirige La Zapatera Prodigiosa en dos funciones para todo el público este sábado y domingo a las 2 p.m. en el Café Teatro Shorty Castro –antes El Josco- en Santurce, con reparto integrado por Marisé (Tata) Álvarez, Jeanne d'Arc Casas, Rafael Martínez, Maximiliano Rivas y Lizbeth Román, con un diseño de Juan Fernando Morales y la producción de Naima Rodríguez, para Teatro Breve.

Esta propuesta de la célebre farsa del cimero autor español –dice Rosa Luisa– se da una “época sombría, con la esperanza de que no se repitan los tiempos de García Lorca, cuando fue asesinado por querer vivir plenamente su arte y su humanidad”. “La compañía quiere recordarlo –añade– y apuesta a su teatro, a su poesía y a su alegría. Es una versión libre, musical y boricua realizada a través del juego entre actores y público, para celebrar el amor en esta Navidad”.

Referente fundamental en la historia teatral del país, Rosa Luisa explica que la inquietud de montar La Zapatera es la secuela de la experiencia extraordinaria que tuvo en marzo pasado con la puesta en escena de Las Hijas de la Bernarda.

–Hicimos esta obra con Jeanne d'Arc Casas, una artista que admiro mucho, que fue estudiante nuestra en el Programa de Estudios Interdisciplinarios y que está haciendo experimentación con el flamenco y la danza contemporánea –dice–. Lo que pasó fue tan maravilloso que pensé que podía hacer también La Zapatera, precisamente este año, en el que se conmemoran los 80 años del asesinato de García Lorca. La Bernarda y La Zapatera son dos caras de Lorca. Esto también se alinea con el hecho de que La Zapatera ha sido la obra que más ha presentado el Teatro Rodante de la Universidad de Puerto Rico, que este año celebra su aniversario número 70.

Rosa Luisa destaca que esta producción de La Zapatera de alguna forma es ejemplo también del nuevo paradigma que plantea hacer teatro en Puerto Rico en el siglo XXI.

–Estamos preparando esto desde junio, con mucho esfuerzo, reuniéndonos una vez en semana, según los muchachos tienen disponibilidad –explica–. Desde que me jubilé de la universidad he tenido que hacer grandes ajustes para seguir haciendo teatro. Por ejemplo, antes yo hacía un contrato con los estudiantes y podía estar 20 horas a la semana ensayando con ellos porque eso era parte de los requisitos del curso, Ahora eso ya no es posible, la gente necesita invertir su tiempo en trabajos para subsistir y es muy difícil conseguir que se comprometan a muchas horas de búsqueda, porque a mí lo que me interesa es el proceso.

Asimismo, Rosa Luisa comenta que esta es una obra para 18 personajes que tienen vida a través de cinco actores… algo que representa la realidad que estamos viviendo.

–Ya no hay elencos de 18 actores porque ¿quién lo financia? –reflexiona–. La producción está a cargo de Naima Rodríguez, de Teatro Breve, el montaje es de Marisé y yo pongo los vestuarios. En realidad, cuando hablo de esto que tiene que ver con la producción, no me refiero a que hay quien esté poniendo dinero, no… los actores y el equipo van cobrar de lo que se haga en la boletería.

Y ya que hemos hablado de las razones que hay para hacer La Zapatera, ésta, la de la boletería, es una de las buenas razones que hay para que el público vaya a verla.

La Zapatera es un guiñol y los actores cambian de personajes para contar la historia que no solo tiene que ver con la Navidad, sino también, en este caso, con la personalidad de cada uno de los actores –apunta Rosa Luisa–. Su horario a las 2 de la tarde es ideal para que toda la familia disfrute de música, baile y actuación. El espacio del Shorty solo se estaba abriendo por la noche. Mi súper objetivo es que haya un espacio al que la familia –en especial los niños–, pueda ver teatro una o dos veces en semana en un horario diurno. Algo así sucedió con Cortadito y Capuchino que se hizo en Abracadabra. Es posible que la disponibilidad de la protagonista nos permita hacer esto nuevamente en un futuro cercano.

Los boletos para estas dos funciones están a la venta en prticket.com, en el teléfono (787) 303-0334.

 

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