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  • Foto del escritorMario Alegre-Barrios

A escena 'El Jardín', para que el olvido no los arrope


En un país donde parecería que el olvido es costumbre, la obra El Jardín, pequeño musical para tres personajes y un jardín de trinitarias se encarga de mantener vivo el recuerdo de quienes desde hace 35 años mueren de sida, en un proyecto teatral que sube a escena desde mañana miércoles =a las 8 p.m.- en el Teatro Victoria Espinosa, en Santurce.

Esta producción de Naíma Rodríguez y Samuel Medina para Producciones En Equipo -basada en el cuento "El Jardín" -parte del Mundo Cruel de Luis Negrón, libro ganador del Lambda Literary Award como Mejor Ficción Gay 2013 en los Estados Unidos y publicado en ocho países-, cuenta con un elenco integrado por Isel Rodríguez, José Eugenio Hernández y Liván Albelo, con libreto del propio Luis Negrón y Norge Espinosa; dirección y música de Gil René, con arreglos de Luis Amed Irizarry; diseño escenográfico de José “Checo” Cuevas; y diseño de luces de Pamela López.

A grandes rasgos, esta pieza es una suerte de tributo a las víctimas del sida y a sus cuidadores, con un argumento cifrado en la historia de un valeroso amor en jaque por el flagelo que -especialmente durante la década de los 80- mató a miles y mantuvo en vilo a mil veces más personas que las que se llevó. “En escena se presentará la otra cara del sida: la de gente que por amor y compasión construyó nuevas formas de hacer familia para cuidar de aquellos que, por el desprecio de la sociedad, hubiesen quedado desamparados”, dice la producción de El Jardín.

-La idea de este proyecto nace del momento en el que yo leí públicamente este cuento en la librería de Río Piedras donde Luis trabajaba.- comienza Gil René, en conversación luego de uno de los ensayos de la obra.

-La primera vez que vi teatro profesional -interviene Luis- fue hace mucho tiempo, y para eso vine del pueblo de Arroyo al Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras… y la obra la hizo Gil, El lazarillo de Tormes, ¿recuerdas Gil? Después, en el 2010, yo vi de nuevo a Gil en la Mágica -la librería riopedrense- y quedé ‘star struck’, porque fue como esa cosa tan grande de volverlo a ver en persona.

-Ahí fue donde yo leí El Jardín por primera vez y la gente empezó a llorar -agrega Gil.

-En esa ocasión le dije a Gil de una actividad en el Centro de Estudios Avanzados en la que me habían invitado a leer. Gil fue y luego tuvimos una lectura con el tema “Sida y Literatura”, y Gil lo volvió a leer ahí. Lo íbamos a leer en el patio pero, cuando la señora encargada se enteró de que la temática era gay, nos encerró en un cuartito -explica Luis-. Cuando Gil lo leyó, yo lo vi… yo lo vi. Desee El Jardín en el teatro por la manera como él lo leyó. Luego se hace el montaje de Jacqueline Duprey de Mundo Cruel en Río Piedras, pero Gil y yo seguimos hablando de hacer otro montaje de este libro para someterlo el Festival de Teatro Puertorriqueño.

-Llevamos un año leyendo este libreto y transformándolo. Por ejemplo, los monólogos se han roto y se han convertido en escenas… y hay escenas que se han convertido en canciones. Hemos cambiado el orden de las escenas. La primera, por ejemplo, es totalmente cantada porque, después de todo, se trata de un musical. Nos propusimos empezar con cinco canciones, ya llevamos nueve -apunta Gil.

Hace un año se hicieron audiciones y se seleccionó a los tres miembros del elenco Isel, José Eugenio y Liván. Antes de comenzar los ensayos hace ya varias semanas, se hicieron al menos tres lecturas grupales.

-Leí Mundo Cruel hace algunos años y, como profesora universitaria, lo recomiendo a mis estudiantes -dice Isel. -Luego vi Mundo Cruel cuando la hicieron en teatro Gabriel Leyva y Gil René. Quedé loca, fascinada y amé el proyecto, hasta que un día me llamó Nahima, con quien también he trabajado en Teatro Breve, y me habló de las audiciones para El Jardín. Me indicó lo que me tenía que memorizar pero yo ya había leído el cuento. Lo releí y empecé a buscar canciones que fueran a tono con "Sharon", mi personaje. Ella vive en un enamoramiento perpetuo… en verdad que quería hacer esta obra. Rara vez hay proyecto así en Puerto Rico… una pieza genial de un escritor brutal, que está aquí, con nosotros, con un director como Gil, con unos compañeros actores y unos productores como estos. Es un lujo.

Para Isel los desafíos que le plantea “Sharon” es -asevera- “entender por qué ella está donde está, por qué ella no tiene otra vida, por qué ella esconde lo que esconde”.

-Ella tiene unas experiencias de primer mundo increíbles, pero es tan sencilla. El reto es entender por qué sigue a la sombra de su hermano -añade la actriz.

-Tan pronto acabé de escribir este cuento y me preguntaban si había en él algo de vivencial, de inmediato decía que no, pero algo hay, sin duda -comenta Luis-. Lo que uno ha vivido es la materia prima… me identifico con "Sharon", me identifico con "Willy", el hermano, me identifico con "Nestito", pero no hay ahí nada que yo haya vivido en carne propia. El Jardín nació porque una vez estaba hablando con un amigo cuya pareja había muerto de sida. Se me quedó en la memoria cuando me contó que adoraba a ese hombre y que, cuando éste ya estaba todo jodido, ‘metieron mano’ por última vez y eso me pareció muy hermoso… Este jardín no es el de la muerte, sino en el que hay una metáfora de trascendencia. Se trata de no permitir que se nos borren de la memoria todas estas personas que en los 80 murieron por el sida. Se trata, no de resucitar el dolor ni la tragedia, sino de reconocer que todavía están aquí.

-Tengo que agradecer esta oportunidad única -expresa José Eugenio -. Fui el último en llegar y me siento muy honrado por la confianza. Se trata de un proyecto muy importante para el teatro, para la memoria del país y para mi carrera. Estoy muy nervioso pero a la vez muy confiado porque estoy en manos de Gil y con todos estos compañeros fabulosos. Me siento súper protegido.

-En mi caso, me encontraba recién llegado de Cuba, mi país natal, y estaba bastante desesperado por volver al teatro mientras trabajaba en un supermercado -dice Liván -. Me enteré de un taller de dramaturgia de Norge Espinosa, a quien conozco desde Cuba, y así fue como me enteré de este proyecto, audicioné y fui aceptado. Era lo que estaba esperando y no puedo estar más feliz.

-Veo a este elenco, a Naíma y a Samuel y todavía no lo puedo creer. Es como un sueño. Se trata de un musical en tiempos de crisis económica, un musical gay y un musical sobre el sida. De locos. Los veo a todos ellos y siento que es como un milagro. Y me conmuevo por todo el apoyo y la entrega. No han cobrado y no van a cobrar aunque vendamos todos los asientos porque se trata de una sala muy pequeña. Todo esto es por amor al arte, que no es poco amor -finaliza Luis.

Para más información llamar al 787.533.5708

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