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Denise Quiñones revive sus rupturas amorosas

Foto del escritor: Mario Alegre-BarriosMario Alegre-Barrios

DIECISÉIS AÑOS después de haber vivido uno de los momentos más memorables de su vida, Denise Quiñones asevera que su triunfo en el certamen de Miss Universe en 2001 nunca eclipsó su certeza de cincelar una carrera como actriz, pasión que desde este jueves enfrenta el que es quizás su mayor desafío profesional hasta ahora, en el monólogo “30 días sin ti”, obra del mexicano Ale Rosales que se presenta en el Teatro Coribantes, como parte de la décimo segunda edición del Festival del Tercer Amor, con funciones hasta el domingo a las 8 p.m.

Acompañada en escena por Lourdes Quiñones -y bajo la dirección de Lynnette Salas, en una producción de Gary Homs- Denise da vida a una mujer que intenta superar el final de su relación amorosa con otra mujer, ruptura que -asevera- le plantea la posibilidad de explorar por primera vez en su carrera artística “una gama intensa de matices”, con un personaje que si bien tiene unas preferencias sexuales distintas a las de ella, se identifica a través de sus propias rupturas en el plano sentimental.

Desde esa sensibilidad y madurez en la que se celebra y se abraza la diversidad, Denise aborda esta aventura histriónica con la ilusión y el nerviosismo propios de quien tiene la oportunidad de vivir en escena una vida distinta a la que tiene, consciente del reto que entraña esta puesta en escena sobre un tema que -muy distante ya de lo controversial que pudo haber sido hasta no hace mucho hablar en nuestro teatro y sin ambages de lesbianismo- se ha insertado en nuestra realidad como lo que es -lo mas natural- gracias a iniciativas como la que desde hace muchos años alimenta Rafael Rojas y sus colaboradores en el Teatro Coribantes.

A poco más de tres lustros de haberse convertido en una celebridad gracias al igualmente famoso certamen de belleza, Denise no duda en aceptar que las entrevistas no son precisamente lo que más disfruta como actriz, pero que está consciente de que son parte del precio de la fama.

-Honestamente no es la parte que más disfruto de mi trabajo, pero sé que es necesario y hay que atender a la prensa -dijo esta tarde en una entrevista en su camerino, poco antes del inicio del ensayo de “30 días sin ti”-. Es importante y eso tiene que ver con quién me entrevista… a veces sí me disfruto las entrevistas, pero hay otras que, desde que comienzan, digo, “ok, vamos a salir de esto”.

Con una vocación por el arte que la acompaña desde la infancia, Denise comenta que suele detenerse a reflexionar sobre el camino recorrido para no perder contacto con las experiencias que la han cincelado.

-Es muy importante ese ejercicio para saber con mayor certeza por qué soy como soy ahora y por qué pienso y siento como lo hago -dice-. Como todas las personas, tengo experiencias que me marcaron y suelo recordar con bastante precisión los detalles de esos procesos. De niña siempre me vi en las artes. Mi primera pasión fue el baile… recuerdo la impaciencia que sentía para que la semana pasara rápido y llegara el sábado, que ere el día que le dedicaba a mis clases.

Al baile pronto siguió el canto y la música, gracias a la influencia de su padre y su familia por ese lado, en la que todos tienen aptitud para esas expresiones.

-A esto le debo el sueño de verme algún día en una tarima, cantado y bailando -dice-. La actuación me llamaba la atención pero de niña nunca la consideré como una posibilidad real, sino hasta los 18 ó 19 años, que fue cuando se despertó en mi esa curiosidad.

-Con esas inquietudes, ¿cómo se inserta en su plan de vida el deseo de participar en un certamen de belleza?

-En realidad yo nunca seguía los concursos de belleza… yo no era modelo, pero sí sabia proyectar en cámara, porque ya para ese entonces bailaba en televisión y coanimaba un programa -recuerda-. Un amigo me dijo que participara en Miss Puerto Rico, que me podía ir bien, y entonces lo comencé a ver como una posibilidad. Pensé que esa podría ser una plataforma para ganar una exposición que favoreciera mi carrera como artista a través de más oportunidades. En ese entonces, no sé ahora, el Miss Puerto Rico era muy visto.. y fue tan grande lo que vino después, con el Miss Universe... pero nunca perdí de vista lo que realmente quería hacer con mi vida, que es esto que estoy haciendo ahora.

-Y precisamente por haber sido tan grande lo que ocurrió con el Miss Universe, ¿llegó a temer que eso le impusiera una etiqueta de “missuniverseyexreinadebelleza” difícil de superar?

-Ha sido un proceso que nunca fue pensado como estrategia… decidí concursar, lo hice y gané -dice-. Después de eso, nunca me propuse hacer algo por desprenderme de una etiqueta… Lo del triunfo como Miss Universe duró un año y, una vez entregué la corona, pasé la página y me concentré en mis pasiones por el canto, el baile y la actuación. Nunca pensé, “ok, ahora voy a dejar de ser esto, para ser esto otro”, sino que todo ocurrió de una manera muy natural y orgánica.

Respecto al monólogo que presenta desde este jueves por cuatro noches consecutivas, Denise apunta que, como todos los compromisos que ha enfrentado, abraza éste muy comprometida, ilusionada y expectante.

-Acepté esta invitación porque representa un reto para mí -dice-. Desde hace tiempo venía buscando una obra y un personaje que me desafiaran más de lo usual. Cuando me llegó esta propuesta, no dudé en aceptar. Ha sido mucho trabajo y he estado metida de lleno en el texto. Esta es una obra que en el proceso se ha convertido casi en un mini musical, porque cantó a través de toda la obra y a ratos bailo.

-Además de los retos inherentes a un monólogo, ¿que desafíos le plantea el personaje, más allá de que tiene una identidad sexual diferente a la suya? ¿Dónde encuentra las convergencias con esta mujer?

-Es un personaje que está atravesando por una situación con la que yo me puedo identificar muy bien -dice con una media sonrisa-. He vivido rupturas amorosas... ¿quien no? y en ese sentido he encontrado mucho apoyo en mis propias experiencias para meterme en la piel de esta mujer. En este tipo de cosas tengo mucho material personal al que puedo recurrir, pero al mismo tiempo es parte de procesos que no quisiera visitar nuevamente… puede ser drenante.

El soliloquio de Denise tendrá con contrapunto la presencia de Lourdes Quiñones, quien da vida a ese corazón metafórico que -dicen los románticos- es el que vive y padece todo lo relacionado con el amor, en este caso con otro monólogo que nunca es “escuchado” por el personaje de Denise.

-A un nivel personal, me siento feliz por trabajar con ella -asevera-. Lourdes es una mujer que admiro mucho, como parte de ese colectivo que me fascina que es Teatro Breve. En la dinámica en escena no tenemos relación porque mi personaje está en una desconexión tal de su entorno que no reconoce a su propio corazón ni lo que éste le dice.

Denise -quien comenta que le gustaría trabajar en una película de las llamadas “de época”, con gasas y encajes- comenta que está consciente de lo azaroso que es el mundo de la actuación, sobre todo en la realidad actual de Puerto Rico, pero que no pierde el optimismo.

-Yo soy de las que regresé a Puerto Rico -dice-. Estuve desde los 21 a los 31 años viviendo fuera de la Isla. Llevo varios años aquí y espero no tener que irme, estoy muy feliz en mi tierra.

Para información y boletos sobre "30 días sin ti” se puede llamar al (787) 767-7400 o a Ticket Center, (787) 792-5000.

Mañana, la entrevista con Lourdes Quiñones.

 
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